Cinco «eyeliners» de cine

Procuramos inspiración en el maquillaje, perfumes y fragancias femeninas de los iconos más tradicionales del celuloide. Bellezas únicas que lograron hacer de esta tradicional herramienta su mejor aliado para enmarcar su mirada.

El eyeliner es uno de los ademanes más viejos utilizados por las mujeres para destacar su belleza. Capaz de convertir la manera de los ojos, aportar pretensión y también, aun, acotar nuestros rasgos faciales, su empleo ha venido revolucionando la belleza de la mirada desde el Viejo Egipto.

Por aquel entonces, su empleo distaba mucho del presente, en tanto que los egipcios usaban el kohl para separar los malos espíritus y prevenir las enfermedades oculares. No obstante, las distintas etnias en las que se emplea han logrado darle un giro inopinado a esta sugerente línea negra transformándola hoy en imprescindible de todo make up.

Efectuado con lapicero, eyeliner líquido, khol o bien cake, el maquillaje para ojos ha contado durante su historia con grandes prescriptoras. Musas y también iconos de la belleza de la talla de Audrey Hepburn, Brigitte Bardot o bien Sophia Loren que, merced a un perfecto empleo de este, han elevado el eyeliner a símbolo de seducción y femineidad.

LA SENCILLEZ DE AUDREY HEPBURN

Así sea por cuestiones de estilismo o bien secretos de belleza, Audrey Hepburn siempre y en toda circunstancia es buen referente en el que inspirarnos. Símbolo incontrovertible de elegancia y delicadez femenina, la actriz británica lograba destacar, en todos y cada uno de los sentidos, su inocente y angelical mirada de ojos grandes y almendrados que se ha quedado grabada en nuestras retinas. Brigitte Bardot destacó por tener una de las miradas más seductoras del cine francés. | Foto: Getty Images.

Desde sus orígenes, Hepburn exploró las distintas posibilidades del eyeliner. Si bien el llamado fifties fue siempre y en toda circunstancia su mejor aliado. Fácil mas muy eficiente, la actriz definía su mirada con un lapicero negro o bien eyeliner líquido muy natural y de trazo ascendiente. Siguiendo la línea que enmarca las pestañitas superiores, Hepburn iba incrementando el tamaño del trazo conforme se iba aproximando al extremo, logrando de esta manera una mirada compleja y bien elegante.

Fue el maquillaje para ojos preferido de Hollywood a lo largo de los años cincuenta y sesenta, y si bien Audrey Hepburn fue una de sus mejores prescriptoras, prácticamente todas las actrices lo llevaron en algún instante. Como clave para lograr un eyeliner perfecto, la mascase de pestañitas es indispensable.

LA SOFISTIFICACIÓN DE MARILYN MONROE

Si bien la actriz tenía una belleza natural muy impresionante y destacaba sin precisar mucha ayuda, Marilyn Monroe logró hacer de este su mejor arma de seducción. Sus labios colorados han sido de los más imitados del celuloide. A lo largo de los años dorados de Hollywood, Monroe logró hacer de la barra de labios un símbolo de sensualidad y poder. Mas para la actriz, un maquillaje no estaba completo si no se definía asimismo la mirada.

De ojos con forma sutilmente caída, la actriz lograba, merced al empleo del eyeliner, corregir este aspecto y hacer que sus ojos parecieran más grandes. Fue de las primeras en sofisticar el empleo del eyeliner y su secreto consistía en un trazo definitivo que se extendía desde el nacimiento del ojo hasta el rabillo del extremo. Siempre y en toda circunstancia aplicado en el párpado superior, con él Monroe lograba una mirada muy felina que de manera rápida se llamaría cat-eyes y que se ha popularizado hasta nuestros días.

LA INTENSIDAD DE BRIGITTE BARDOT

La actriz y vocalista francesa siempre y en toda circunstancia ha sabido resaltar su belleza. Aparte de una rebosante melena rubia, su mirada felina no precisaba de artificio alguno para deslumbrar. Todavía de esta forma, Brigitte Bardot siempre y en todo momento fue una apasionada del eyeliner.

De trazo grosísimo en los dos párpados (sobre todo en el superior), Bardot sencillamente proseguía la curvatura del ojo, enmarcando la línea de las pestañitas con trazos negros intensísimos que, desde la mitad del ojo, se extendían para lograr acotar todavía más su mirada rasgada. Un cat-eyes muy marcado, que la actriz logró hacer suyo aportándole su propio toque complejo y sensual y que, velozmente, se transformaría en uno de los maquillajes más imitados de la temporada.

En lo que se refiere a las pestañitas, la actriz apostaba por emplear múltiples capas de rímel para lograr un acabado tupido y con mucho cuerpo, prestando mayor atención a las pestañitas exteriores.